A un metro de distancia

Ahí estabas, sonriendo, corta distancia nos separaba, poco a poco la cercanía me envalentonaba. Cuanto más hablamos más te añoraba, quería abrazarte y no me atrevía. Cuando decidido me disponía a hacerlo, tu mirada fugaz se alejo. Esos ojos miel escapaban, se escurrian a lo largo de la escalera; huidizos, buscaban tras esa puerta donde quiza el se encontraba. Aquello me desanimo, presa el cansancio, la nube se disolvió y la claridad volvió a mí. Esa extraña sensación se perdía en las entrañas.
Ahora, tirado en el metro, sonrío al pensar que aquí estoy de nuevo. Me basta cerrar los ojos para que tu rostro aparezca entre las tinieblas. Cuanto más cerca te tengo, más lejos te siento. Quiero hacerte feliz y no se como, no quiero agobiarte, pero si no estoy contigo es dfícil calmarme. Sólo deseo que leas esto, lo descubras y me escribas. Si no te das por aludida quizá yo te de por perdida. Quizá....